Revista del Mar Caribe, Vol. 1, Núm. 1, julio-diciembre, Año 2025, ISSN (en trámite)
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menos a propósito. Se propone, como Comte (2019), “reorganizar la sociedad”, o, como
Karl Marx, revolucionarla y racionalizarla, o, como otros filósofos, esclavizar a todos los
hombres a la obediencia, pero la irracionalidad es siempre la misma. En este sentido,
Comte (2019) no se opuso a la función de la teoría en las ciencias sociales, a pesar de su
rechazo de la metafísica y su apoyo al empirismo, y afirmó que la era moderna era
puramente hipotética; en tanto, la anarquía intelectual iba a ser reemplazada por una
reorganización intelectual.
Dicho de otra manera, por Croce (2005), en contraparte con la filosofía hegeliana,
que más que ninguna otra escuela de pensamiento ha intentado comprender la existencia
como síntesis de oposiciones, la vida como historicidad y la realidad como desarrollo
histórico. Que, en contra de sus mismos principios, se dedica a describir las etapas y el
curso progresivo del pensamiento para detener su desarrollo en la filosofía de la idea, más
allá de la cual no hay paso posible; asimismo, describe el curso de la religión y del arte
para conducirlo a la misma filosofía en la que se aplaca lo uno y lo otro y recorrer la
historia universal para coronarse con el mundo germánico, que sería el mundo de la
comprensión plena, el que más atención ha recibido.
Después de esto, el materialismo histórico se impuso, gracias al epígono de Hegel
(Croce, 2005). Karl Marx, quien esboza la progresión de la historia humana desde la
economía antigua, o esclavitud, a la economía medieval, o servidumbre, a la economía
capitalista moderna, o economía asalariada, a través de la cual siempre está agobiada por
el yugo de hierro de la necesidad, cree que la humanidad está actualmente a punto de
entrar en el estado terminal e ideal de la economía comunista, que tiene la tarea de
establecer el reino de la libertad en la tierra.
La creencia de que la vida y la realidad no son más que historia se denomina, por
Croce (2005), “historicismo” en el sentido científico de la palabra. Esta afirmación refuta
la teoría de la superhistoria, que divide la realidad en un cosmo de nociones o ideales, así
como en un submundo imperfecto que lo hace o lo ha hecho. En la actualidad, de manera
precipitada y poco fiable, sobre los que será práctico imponerlos hoy.
La historia puede estar contaminada por el tiempo, o puede ser simplemente una
realidad racional, llena de ideales. Debido a que a esta concepción también se la denomina
“racionalismo abstracto”. El historicismo surge en oposición y como polémica cuando se
demuestra que los principios e ideales utilizados para modelar y juzgar la historia no son
universales.
A priori, para Croce (2005), la filosofía de la historia juega su parte o su juego,
pero, si se quiere, no se piensa en divisiones entre diversos grupos históricos normales.
Es decir, no construye una narrativa en primer lugar, pero ella lo tiene y ante ella puede
entregar lo que llama la historia interior, la verdadera historia, bajo la superficie, se
convierte en el mito de Croce y, en concordancia con Godelier (1977), refiere que el
enfoque marxista del pensamiento mitológico incluye una reflexión sobre la sociedad y
la historia y, sobre todo, en la relación del hombre con la naturaleza y los demás. Para